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Carlos Guillermo Centeno, de 41 años, tenía una relación sentimental con una menor de 17 años. A los tres meses de estar juntos, Centeno la invitó a ir a un hotel de playa donde tuvieron relaciones sexuales, pero ella no sabía que su pareja estaba grabando video a escondidas.
Después de dos meses, por problemas de diferencias de edades, la menor decidió terminar la relación, según Fiscalía General de la República (FGR). Centeno, sin embargo, la amenazó con divulgar un video que tenía de ella si no regresaban. La menor estaba segura de que se trataba de un chantaje para que reanudaran la relación. Entonces no cedió, porque estaba convencida de no haber enviado video o fotografías. Tampoco recordaba que ella le había dado sus contraseñas de Facebook y Twitter.
Centeno le escribió un mensaje: “Sino regresamos voy a publicar el video que tengo tuyo desnuda”. La joven siguió creyendo que se trataba de una amenaza sin sentido, hasta que, en enero de 2012, sus amigos le escribieron para decirle que en su perfil de Facebook y Twitter estaba un video de ella teniendo relaciones sexuales con un hombre.
Fue hasta ese momento cuando se percató que su expareja grabó el día que pasaron en el hotel. Centeno, además, se encargó de enviarle ese material a la familia de la víctima. La FGR logró concluir que las imágenes fueron publicadas desde la computadora de Centeno. Además, tenía como pruebas los mensajes y llamadas telefónicas.
En mayo de 2015, el juzgado Sexto de Sentencia de San Salvador condenó a Centeno a 15 años de cárcel por los delitos de posesión de pornografía, difusión ilegal de información y expresiones de violencia contra la mujer.