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“Es un hombre de unos 30 años. Soltero. De clase media-alta.” Así describe Alfredo Quijano, jefe fiscal de la Unidad Antiextorsiones de la Fiscalía General de la República (FGR), a un hombre que fue extorsionado por medio de Facebook. “Una presa fácil”, remarca.

José, como llamaremos a la víctima para proteger su identidad, publicó fotografías de los lugares que visitaba. También de su casa y vehículo. Lo hacía de forma constante y sin novedades, hasta que el año pasado recibió una solicitud de amistad de una mujer de aproximadamente 25 años. El treintañero la aceptó sin saber quién era en realidad.

La joven le escribió por Facebook Messenger para decirle que estaba viendo sus fotografías y, a su criterio, le parecía un hombre atractivo. José le respondió que pensaba lo mismo sobre ella. La mujer lo sedujo hasta proponerle que se compartieran fotos íntimas. Después pasaron a los videos y llamadas telefónicas siempre por la misma aplicación. Cayó. “Los hombres son más fácil de que caigan en esto”, cuenta el fiscal.
Así fue su dinámica por casi 20 días. Hasta que un día la mujer le dejó de escribir. Carlos preguntó por qué se había alejado pero no había respuesta de ella. Después de eso, recibió un mensaje de otra cuenta. La persona que estaba detrás de ese perfil le dijo que sino depositaba $500 a una cuenta de un banco de Dubai, iba a divulgar las fotografías y videos íntimos.

De hecho, le envió perfiles de sus amigos más cercanos y familia para decirle que ellos serían los primeros en conocer el material. José no tuvo opción más que realizar el depósito. Esta misma persona le siguió solicitando más dinero, pero José ya no lo hizo. En su lugar, decidió acudir a la FGR, donde actualmente su caso se encuentra en etapa de investigación.

La FGR antiextorsiones informó que investigan al menos dos casos más en los cuales el modo de operar es similar al de José. Hasta el momento, no hay ningún proceso abierto en tribunales, mucho menos condenas.