¿Cómo se encuentra el arraigo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) a la violencia en Honduras?
Nosotros tenemos en la actualidad fiscalías que están conociendo de algunos tipos penales en donde todos los componentes tecnológicos, tecnología de la información, pudo haber sido una herramienta para la consumación de esos delitos. En principio podemos ver que los más recurrentes tienen que ver con delitos que afectan a los niños y niñas y adolescentes. Vemos con alguna regularidad a través de la fiscalía especializada de la niñez en Tegucigalpa la instrumentalización de estas tecnologías como un medio, por citar un ejemplo, de captación de jóvenes para fines ilícitos, llámese trata, tráfico de personas, ciberbullying, y estos son los que vemos con cierta regularidad. Cierto es también que hay otras modalidades de delitos que se están dando con esta misma instrumentalización que no tienen que ver en forma directa con la dignidad del ser humano, sino más bien con bienes jurídicos protegidos, como por ejemplo, las marcas, violación a la ley de propiedad intelectual y en algunos casos, como lo establece el código penal hondureños, en delitos contra el honor.
¿Son estos los grandes escenarios en los que trabaja la Fiscalía ante delitos que incluyen las tecnologías de la información y comunicación?
Creo que estos son los tres grandes escenarios donde la experiencia actual de la fiscalía se está dando. En ese sentido tenemos fiscalías como fiscalía de la niñez, fiscalía especial contra el crimen organizado, fiscalía de propiedad intelectual e informática, que también está investigando hechos de esta naturaleza y una fiscalía especial contra los delitos comunes que tiene una dependencia que de alguna manera aborda estos hechos.
En el tema pandillas, ¿qué tanto influyen las TIC para cometer delitos?
No hemos detectado que sea un factor que influya mucho en lo que tiene que ver con estructuras criminales denominadas maras y pandillas. Creemos que la forma de operar es diferente. Creo que en forma muy general la instrumentalización de las pandillas está afectando a estos grupos vulnerables que le mencioné (niños, niñas, adolescentes), pero más con fines de sacar un provecho ilícito de la condición de estas personas. No creo honestamente que tengamos documentado en una cantidad significativa experiencias en las que digamos esto es un instrumento directamente vinculado a maras y pandillas. Ahora bien hay una realidad que está en curso, que es un nuevo código penal hondureño que si va a traer en función de la experiencia que ya hemos logrado y de las necesidades que se están dando en el campo de la investigación y la sanción de estas conductas un nuevo catálogo de delitos que hasta donde tengo información, como portavoz, si viene esa propuesta de entrarle a este tema con una calificación penal específica.
¿Se reclutan jóvenes a las pandillas y desde las pandillas en las redes sociales?
Es un hecho que sí. Las redes sociales son un instrumento que sí incide, porque recordemos que quienes están más expuestos a las redes sociales son los jóvenes. Ahora relacionar ese nivel de captación con el uso es donde encontramos el problema porque nosotros no tenemos esa variable para decir qué tantos niños han sido captados por redes sociales.
¿Mas si hay casos en los que la investigación confirma que las redes sociales han si un lazo de conexión con grupos criminales?
Obviamente habrá casos en los que lastimosamente por investigación del asesinato de un niño, una niña o un adolescente nos encontramos que hay un antecedente de un nivel de comunicación con estos grupos criminales que lamentablemente terminó en un asesinato, que son casos que no son de todo los días, pero que nos reflejan que hay una realidad detrás de esto.
¿Cuánto ha cambiado, desde el Ministerio Público, el abordaje de las TIC y la violencia en Honduras?
De hecho es lo que ha obligado las reformas al código penal hondureño. Parte de la reforma con la que está trabajando la comisión legislativa es porque ya la experiencia nos está mostrando que sí hay una relación entre conductas ilícitas y el uso de las TIC. Es un hecho que ha habido una mutación en la forma de operar de los grupos criminales donde ellos también han entrado en este tema.